Los efectos de la telefonía móvil en la salud suele ser la resultante de varios factores sinérgicos: la cercanía de una o varias fuentes emisoras,
el tiempo de exposición, la radiación recibida, el efecto acumulativo y los factores resonantes propios del bioelectromagnetismo corporal que
difiere de una persona a otra.
Conviene disminuir el uso del teléfono móvil y evitar el tiempo de exposición con llamadas de corta duración. Alejar la cabeza del
teléfono móvil y muy concretamente el foco emisor o antena que lleva incorporada, siendo muy útil los sistemas de manos libres. Evitar
utilizar el teléfono móvil en el interior de edificios y de vehículos ya que en general disminuye la cobertura y aumenta la potencia de la señal.
Por extensión, evitar los teléfonos inalámbricos de uso doméstico y sobre todo los de tecnología DECT, ya que las frecuencias en las que
emiten son similares a las de los teléfonos móviles. En el mercado ya existen teléfonos inalámbricos con tecnología “DECT Función ECO”,
que emiten menos radiaciones.